Dio Todopoderoso que habéis sufrido la muerte sobre el árbol de la Cruz, por nuestros pecados, acompañadme.
Santa Cruz de Jesús Cristo, sed mi esperanza.
Santa cruz de Jesús Cristo, tened piedad de mí.
Santa Cruz de Jesús Cristo, rechazad de mí toda arma cortante.
Santa Cruz de Jesús Cristo, derramad sobre mí todo bien.
Santa Cruz de Jesús Cristo, descartad de mí todo mal.
Santa Cruz de Jesús Cristo haced que alcance el camino de la salud.
Santa Cruz de Jesús Cristo, preservadme de accidentes corporales y temporales.
Que adore la Santa Cruz de Jesús Cristo, por siempre.
Jesús de Nazareth crucificado, tened piedad de mí y haced que el espíritu maligno y nocivo, huya de mí por todos los siglos.
Amén.
En honor de la Sangre preciosa de Jesús Cristo, en honor de su encarnación por donde puede conducirnos a la vida eterna, tan cierto como Jesús Cristo nació el día de la Natividad y fue crucificado el Viernes Santo.
Esta oración fue encontrada en 1503 sobre el Sepulcro de Nuestro Señor Jesús o la lleve sobre sí, no morirá súbitamente; no se ahogará, no se quemará, ningún veneno podrá envenenarle, no caerá en manos de sus enemigos y no será vencido en las batallas.
Quien escriba esta Oración para sí o para otros, Yo le bendeciré, dijo el Señor,
Cuanda esta Oración esté depositada en un hogar éste sera preservado del rayo; quien lea diariamente esta Oración, será prevenido tres días antes de su muerte por un signo divino.